Entre todo lo que se vivió en ese recorrido, los gritos feministas, las pancartas, los cantos, las sonrisas, así como el manifiesto que para este momento habían elaborado las diferentes asociaciones, hubo algunas personas relacionadas con los medios de comunicación que “echaron por tierra”, tanto las reivindicaciones de ese día como el duro trabajo que realizan muchas de las asociaciones para conseguir un mundo más justo.
Estas personas decidieron centrar todo su articulo en el nombre de nuestro grupo, lo cual nos parece lamentable. Por lo visto, para estos medios de comunicación todas las injusticias que padecen las mujeres es algo menos importante que el hecho de que algunas de ellas griten “Ole mi koño”. Es un claro ejemplo de la falta de profesionalidad y la poca capacidad mental. L@s periodistas tuvieron la oportunidad de preguntarnos porque nos llamamos así, tuvieron la oportunidad de escuchar las reivindicaciones que echábamos al aire o de leer materiales que habíamos elaborado, pero prefirieron buscar el morbo, y de esta manera se inventaron una información falsa. Nos explicaremos mejor: otra mujer de la manifestación estaba repartiendo un documento anarco-feminista, con el cual por cierto estamos de acuerdo, pero que ni es nuestro, ni sabemos quien lo ha escrito; sin embargo, l@s periodistas atribuyen a “Ole mi koño” este documento como si fuera nuestro manifiesto, demostrando que no tiene ni idea de hacer su trabajo. Por eso, le queremos dar un dato clave para el futuro: los manifiestos de las asociaciones SIEMPRE están firmados por las mismas, y en ese texto que se nos atribuye, “Ole mi koño” no aparece por ningún lado.
Pensamos que est@s periodistas lo único que estaban buscando atribuyéndonos este texto, es hacer una comparación que ridiculizara a las mujeres una vez más, ya que en el documento se puede leer “estamos en contra de la consideración de meros culos que se le atribuye a las mujeres”, y entre el “koño” de nuestro nombre y el “culo” del texto, encontraron la excusa que estaban buscando para ridiculizarnos. Esa capacidad de inventarse información para conseguir la ridiculización sólo puede provenir de mentes contaminadas por el patriarcado.
Estableceremos una aclaración, puesto que parece que l@s periodistas y las personas que han leído el articulo y que después se han encontrado en su salsa para criticarnos en una gran cantidad de foros, no entiende los significados de las palabras, y mucho menos de las expresiones; pero que no se preocupen, nunca es tarde para aprender:
- Cuando decidimos llamarnos “Ole mi koño”, lo decidimos para gritar que estamos orgullosas de ser mujer y para darnos fuerzas porque es muy duro luchar en el día a día para conseguir una plena igualdad, y es duro simplemente porque tenemos koño y no polla. Pero es también una manera de darle fuerza y homenajear a todas aquellas mujeres que han luchado por estar donde estamos, y que han sufrido mucha represión y han sido invisibilizadas y a nosotras eso no nos parece justo. Es una manera de expresar que necesitamos levantarnos y gritar y luchar, porque desde que nacimos han elegido por nosotras como tenemos que ser y es hora de desprenderse de todo eso y de sentirse libre . Y utilizamos la palabra “koño”, porque nos gusta hablar claramente. Tengo koño, soy Mujer, y debo decirme a mi misma Ole, porque el resto de la sociedad no me lo dice.
- Cuando en el documento anarco-feminista se lee “no queremos ser consideradas meros culos”, está afirmando que las mujeres no queremos ser “carnaza” sexual.
Son dos palabras, en dos expresiones con significados claros. Parece mentira que algunas de nosotras no hayamos terminado nuestras diplomaturas y ya estemos capacitadas para dar clases de lengua a periodistas reconocid@s en su mundo profesional. ¡Tranquil@s, las primeras clases particulares no os la cobramos!
Interpretando mal tanto nuestro nombre como el documento, esto es lo que escribieron en el articulo:
“En el segundo párrafo, las combativas feministas de "Olé mi koño"
dicen estar en contra de que a las mujeres se les considere "meros culos",
a pesar de que han elegido como nombre otra parte del cuerpo femenino.
Ahora sólo cabe preguntarse si lo que reivindican es que sea esa parte,
y no el culo, por lo que se considere a las mujeres a partir de ahora.”
Las palabras en negrita no son nuestras, ell@s lo pusieron así para resaltar lo que le interesaba. Así más o menos vienen a decir que somo imbéciles cuando utilizamos la palabra “koño” en nuestro nombre no queriendo ser consideradas “meros culos” y se plantean considerarnos a partir de ahora simplemente como koños.
Sin lugar a dudas l@s que son realmente imbéciles son ell@s. Nosotras no tenemos la culpa de que haya tanta mentalidades machistas que entiendan lo que quieren entender. Si consideran que lo que queremos ser es mero koños, el problema lo tienen ell@s en su falocéntrico cerebro, no nosotras que lo que queremos es hablar claramente. Si por ser mujeres no podemos decir Koño, para que no me consideren simplemente eso, tampoco podré decir que me gusta follar, vaya que me consideren también un mero koño, entonces ,¿dónde está nuestra libertad? Nos pueden tachar, si quieren, de “zorras”, “ordinarias”, pero en el fondo nos da igual, a nosotras nos gusta la subversión de significados, y si por decir “que nos gusta follar”, o por decir “Olé mi koño”, nos consideran una zorras, tendremos que decir alto y claro, al igual que las Vulpess o Medeak, que “¡Nos gusta ser unas zorras!”, y si se quieren escandalizar o nos quieren criticar es su problema, es el problema de quien no tiene suficiente cerebro para algo más que no sean sus necesidades básicas. ¡Nosotras seremos y diremos lo que queramos sin preocuparnos por la reacción del patriarcado!
El sentirnos dueñas de nuestro cuerpo y libres es un camino que necesitamos recorrer y que iniciamos con el propio nombre del grupo, porque no se puede vivir en libertad si ni siquiera puedes hablar libremente de lo que tienes en medio de las piernas. ¡Estamos ya hartas de tanta mojigatería!
Todo este escándalo se ha producido simplemente por una ruptura con los típicos comportamientos, roles o actitudes, que se supone que debe tener una mujer. Nosotras rompemos con esos absurdos moldes que nos impone el género, porque no son naturales, son una construcción social que nos oprime y nos impide elegir que queremos ser y vivir en libertad.
Decía una persona en uno de los foros que ha suscitado el articulo que “si él montara una asociación llamada “Olé mi polla” le correrían a gorrazos”, y posiblemente sea verdad, lo que parece no entender esta persona es que lamentablemente, hombre y mujeres no vivimos en las mismas realidades, y por ello los significados de ambas expresiones son diferentes. Si no es capaz de entenderlo es que poco han pensado en la situación de desigualdad de las mujeres.
Con todos los comentarios que han aparecido en diferentes foros (protagonizados por ignorante de derecha) nuestra idea se ha reafirmado: la sociedad no deja a la mujer pensar y expresarse libremente. Han sido muy originales al criticarnos, utilizando los mismo insultos de siempre: ordinarias, putas, hembristas,... toda una muestra de inteligencia y madurez.
A estas personas le queremos dar las gracias por la publicidad que nos han dado, por hacernos pasar un buen rato (nos partimos el kulo leyendo tanta cantidad de idioteces) y por darnos seguridad como grupo feminista , ya que si l@s machistas se remueven es que lo estamos haciendo bien.
Lo que más lamentamos de estos comentarios es que expresan la idea que todavía hoy muchas personas tienen del prototipo de mujer ideal (en algunos hasta es descrita): una mujer bella (según su escala de belleza), que trabaja fuera y dentro del hogar y cuya única realización personal es amar a su marido y cuidar a sus hij@s
Como decía Emilia Pardo Bazán, feminista española, “todas las mujeres conciben ideas, pero no todas conciben hijos”. Si todas concebimos ideas tenemos derecho a la diferencia, lo cual es bello, y si por esto a la sociedad les parecemos malas, que no se preocupe, podemos ser peores.
Para terminar, queremos señalar, que aunque el documento que se nos atribuye no es nuestro, nosotras tampoco queremos ser consideradas meros culos, y aunque no queramos ser consideradas sólo eso, lo cierto es que, al igual que los hombres, perros, gatos,... y hasta los pájaros, … ¡Tenemos culo! Y en el nuestro se puede leer:
NOTA: nunca escribimos con @ pero en esta ocasión lo hemos hecho como dedicación personal a aquellas personas que le sangran los ojos cada vez que ven una.
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